4 Pasos para empezar hacer ejercicio
Ejercitarse todos los días ayuda a mantener una salud óptima, de hecho es uno de los hábitos más positivos que puedes practicar. Si tú quieres empezar y no sabes cómo, en este artículo te vamos a contar de 4 simples pasos que te ayudaran.
Paso 1 (Define que es hacer ejercicio para ti)
La palabra “hacer ejercicio” no es muy definida aunque parezca lo contrario, pues hacer ejercicio puede ser muchas cosas al mismo tiempo y puede adaptarse según tus preferencias personales. Por ejemplo, hacer ejercicio puede ser: jugar al fútbol, bailar, correr, caminar, ir al gym, nadar, etc, etc, etc…………………………………
Tal vez empezaste por hacer pesas y te lesionaste el primer día, o ir a bailar en la rumbaterapia y lo odiaste.
Lo principal es definir tiempos y objetivos, por ejemplo:
Voy a salir a caminar durante 15 minutos en la noche por el parque.
De esta manera no solo te propones a caminar, es importante preguntarte ¿Cuánto tiempo? ¿Por dónde? ¿En qué momento del día?
Paso 2 (Empieza por un ejercicio fácil)
El comenzar a entrenar tu mente es complicado, es por ello que debes plantearte objetivos reales los cuales te ayudaran a ir de a poco, si tú ya eres una persona que practicaba ejercicio, corre la misma regla, por ejemplo:
Si planeas tu primer día hacer pesas durante una hora, debes volver a pensarlo, ya que este requiere de mucha fuerza y por lo tanto terminaras con dolor muscular toda la semana, lo elemental es saber plantarse un reto a la medida, el cual puede ser, abdominales durante 15 minutos en mi sala, lo que puedes hacer incluso en pijama.
Paso 3 (Elige una actividad, como recordatorio)
Seguramente estás pensando que un recordatorio no será necesario, jamás podrías olvidar hacer esa meta corta que te propusiste. Pero te equivocas.
La función de un recordatorio no es simplemente para “no olvidar”, es también un fuerte motivador. Genera una cierta presión psicológica, y es clave para formar el hábito.
Tu recordatorio puede ser uno o muchos. Por ejemplo: una alarma en el móvil, una nota en tu agenda, tus zapatos deportivos en la puerta de casa, etc.
Paso 4 (Encuentra una recompensa saludable)
En realidad el ejercicio por sí mismo tiene que ser tu recompensa. Simplemente por los múltiples beneficios que ya conoces cómo verte bien y sentirte mejor. Además de forma natural se producen ciertas sustancias que generan placer y bienestar.
Sin embargo, es probable que al principio tu cerebro no se dé cuenta de todos estos beneficios y solo esté concentrado en lo incómodo que es… así que tenemos que darle una ayudadita a ese cerebro perezoso con una pequeña recompensa.
Si por ejemplo tu recompensa es comer una barra de chocolate después de ese agotador entrenamiento. Seguramente los resultados esperados del ejercicio no serán los que estás buscando ¿cierto?
Estos son algunos ejemplos de recompensas positivas y saludables:
Una ducha tibia relajante
Usar un jabón con un aroma que te guste
Agua fría para hidratarte con un toque de limón
Un estiramiento con minutos de relax sólo para ti
Una pieza de fruta fresca de la temporada
Escuchar tu canción favorita
Tomarte el café con calma
Ahora depende de ti poner en practica esta información pero recuerda: “Deja que el ejercicio sea una actividad que te entusiasme”